El diario británico The Times ha anunciado que dejará de publicar noticias en tiempo real en su página web y aplicaciones para móviles y pasará a actualizar sus contenidos tres veces al día entre semana y en dos ocasiones los fines de semana.
El director del periódico, John Witherow, y el responsable de la edición dominical The Sunday Times, Martin Ivens, han explicado que el objetivo de la medida es ofrecer “artículos fiables y en profundidad, análisis actualizados y opiniones estimulantes”.
Desde 2010, The Times cobra suscripciones a sus lectores y se ha especializado en hacer análisis en profundidad y en publicar noticias de opinión y comentarios. Según los últimos datos, cuenta con 158.000 suscriptores a su web. The Times tiene una tirada en papel de unos 400.000 ejemplares, mientras que The Sunday Times alcanza los 770.000.
La web del diario va a sufrir un importante rediseño y a fusionarse con la de The Sunday Times, explicaron los responsables del periódico en una carta abierta a sus lectores, en la que anuncian que la página solo se actualizará tres veces al día: a las 9 de la mañana, al mediodía y a las 5 de la tarde.
“Los lectores no vienen a nosotros por las noticias de última hora; para eso pueden ir a la BBC y a Twitter, que son gratis”, dijo Alan Hunter, responsable digital de The Times. “Ellos vienen a nosotros por la autoridad de nuestros informes, opinión y análisis». “Por supuesto, si se produce una gran noticia, la actualizaremos de forma inmediata”, puntualizaron los responsables del periódico.
Lo cierto es que otros medios como Quartz y The Economist también han creado productos específicos, menos pendientes de las noticias de última hora, porque los lectores empiezan a estar abrumados por las constantes actualizaciones informativas.
La noticia pura, antes medida del valor periodístico, se ha convertido en una mercancía al alcance de todos y, por tanto, sin valor alguno. Como señala Lluís Bassets en su libro ‘El último que apague la luz’, «por más inversión y esfuerzo que haga una organización periodística en un pretendido scoop, nadie la citará apenas unos minutos después de que su noticia sea publicada y se convierta en un bien sin precio a disposición de todos».
El consumo de noticias ha entrado en una espiral que se retroalimenta sin parar
La devaluación de las noticias ha provocado que los hechos hayan dejado de ser una realidad a explicar, interpretar y esclarecer. Y esta es la labor que parece que quiere recuperar The Times para dar valor a su producto: ser una herramienta de conocimiento, transmisión y análisis para sus lectores.
Desde la otra parte, el público decidió en su momento que las noticias debían ser gratis y su consumo se ha convertido en una espiral que se retroalimenta sin parar. Se ha producido una hipergeneración de información y un hiperconsumo de noticias. ¿Empieza a haber saturación? ¿Ha estallado la burbuja?
Los periodistas pensamos muchas veces que la gente consume información de forma tan frenética y constante como nosotros. Pero cuando preguntamos en nuestro entorno, nos damos cuenta de que sus necesidades informativas no son ni tan elevadas ni tan inmediatas. Más que la inmediatez, la gente valora la utilidad. Es por aquí por donde todavía podemos mejorar.
La incógnita a despejar es si será posible casar ese sistema de periodismo resposado en Internet con la actual dinámica de acumular visitas a la web con el propósito de aumentar su atractivo como producto publicitario.
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