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Uno de los temas que genera cierta polémica en algunos ámbitos de la profesión y de la Universidad, y algo de confusión en la sociedad, es a quién se puede considerar periodista y a quién no.
Si eres periodista, seguro que has tenido más de una conversación con tus compañeros sobre qué es un periodista. Y supongo que habrán sido conversaciones apasionadas y con posiciones incluso contradictorias.
Si pregunto qué es un abogado, un camarero, un médico o un camionero no hay dudas. Ahora bien, con los periodistas ya hay más debate y confusión.
Porque de esa primera pregunta, ¿qué es un periodista?, surgen enseguida otras como: ¿a qué se dedica un periodista? o ¿quién puede ser considerado un periodista?
Y ahí ya empezamos a entrar en terreno resbaladizo: si se puede ser periodista sin estudiar Periodismo, si es necesario pasar por la Facultad de Ciencias de la Información para ejercer como periodista, si debería ser obligatoria la colegiación en la profesión, etc.
¿El intrusismo es un problema?
Una de las cosas que más me sorprende cuando planteo esta cuestión entre los alumnos de la universidad es que enseguida me señalan el intrusismo como un gran problema que ven en la profesión; es decir, personas que ejercen de periodistas sin tener el título de Periodismo.
Pero me sorprende más todavía cuando les pido que mencionen algunos ejemplos de ese intrusismo, que me digan nombres de personas, de redactores, que ejercen como periodistas sin haber estudiado Periodismo.
Y aquí te confesaré que en ocasiones me he quedado helado con las respuestas que he recibido. Me han llegado a dar nombres como Risto Mejide o el Gran Wyoming como ejemplos de personas que ejercen como periodistas sin serlo. Lo que me hace pensar que existe una gran confusión sobre qué es un periodista y quién es periodista.
Para dejar clara mi posición desde el principio, considero que también son periodistas aquellas personas que sin pasar por una Facultad de Periodismo ejercen de manera profesional el periodismo en un medio de comunicación.
No hablo, evidentemente, de presentadores de programas como el Gran Wyoming o Risto Mejide, que son eso, presentadores o comunicadores, sino de compañeros de profesión que sin tener el título de periodismo ejercen su labor profesional en prensa, radio o televisión. No han pisado una Facultad, pero han accedido a la profesión a través, por ejemplo, de un máster profesional de un medio de comunicación y desempeñan el oficio igual que cualquier otro compañero.
Por eso, no comparto el planteamiento de expulsar de las asociaciones periodísticas a aquellos profesionales que lo son de forma efectiva, pero que no han pasado cuatro o cinco años por una universidad.
Esto no tiene ningún sentido: son periodistas que hacen información económica o jurídica, dirigen medios de comunicación o son corresponsales de grandes diarios en Bruselas, por ejemplo. En mi opinión, son periodistas a todos los efectos, aunque no tengan un título que los acredite como tal.
Nueva definición de periodista
A finales de 2018, la RAE modificó la definición de ‘periodista’ y de ‘periodismo’. Ahora define al periodista como la «persona que se dedica al periodismo”. Y a su vez entiende por periodismo “la actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de informaciones a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico”.
Desde luego definir qué es un periodista no es una tarea fácil porque las labores de los periodistas se han ampliado tanto en las últimas décadas que resumirlo en una única frase no resulta sencillo.
En la primera mitad del siglo XX se distinguía entre ‘periodistas’ (todos aquellos que dedican de una manera permanente sus actividades intelectuales al periodismo) y ‘periodistas profesionales’ (quienes dedicando de una manera permanente sus actividades intelectuales al periodismo, estaban retribuidos conforme a un contrato de trabajo).
Actualmente esta dualidad carece de sentido. Nadie dice ‘médico profesional’ o ‘abogado profesional’. No es necesario añadir este adjetivo a la palabra periodista.
La RAE, en su nueva definición, traslada la consideración de periodista a quien ejerce la profesión. Dicho de otra forma, solo es periodista quien hace periodismo.
Por tener otra perspectiva, para la legislación laboral francesa es periodista “aquella persona que tiene como actividad principal, regular y retribuida, el ejercicio de su profesión en una o varias empresas de prensa, publicaciones diarias y periódicas o agencias de prensa y que obtiene de ellas sus principales ingresos”.
Periodista o comunicador
Más allá de las definiciones de periodismo y periodista, hay que tener en cuenta que durante las últimas décadas han surgido otros términos para referirse a los periodistas. Uno de los que se emplea con más frecuencia es el de ‘comunicador’, recogido por la Real Academia Española en 1992, que puede referirse a publicitarios, relaciones públicas, presentadores, locutores, etc.
A las personas que no son periodistas les gusta mucho llamarse comunicadores, pero a los periodistas no nos gusta demasiado que nos llamen así.
Evidentemente la esencia de un periodista es comunicar información, pero su labor trasciende la simple difusión y se completa con la tarea profesional de buscar información, verificar, comprobar y jerarquizar. Dicho de otra manera, todos los periodistas son, de una u otra forma, comunicadores, pero todos los comunicadores no son periodistas.
Más allá de la diferencia semántica entre periodista y comunicador, lo cierto es que el número de periodistas que se dedican a la comunicación dentro de empresas, instituciones públicas o privadas, o directamente en agencias especializadas en comunicación, se ha incrementado notablemente en las últimas décadas.
Nuevas áreas
Pero además de lo que es la actividad propia del periodismo tradicional y de la comunicación, la profesión de periodista se está expandiendo a nuevas áreas y profesiones: marketing, relaciones públicas, analista de datos, gestor de proyectos, desarrollador de producto, etc.
Son nuevas oportunidades de empleo para los periodistas que requieren el desarrollo de nuevas habilidades, una formación diferente y conocimientos en disciplinas que hasta ahora nos asustaban como, por ejemplo, estadística, programación o matemáticas.
Por eso, más importante que plantearse qué es un periodista o quién puede serlo o no, es comprender que el concepto de periodista está cambiando y se está ampliando. Tenemos que ser conscientes de ello para aprovechar las oportunidades que puedan surgir.
Excelente artículo. Me parece que el dilema está en torno a la practicidad, es decir, periodista resulta ser aquél que práctique o ejercite dicha profesión, me parece bastante acertado, no creo que alguien deba ser más periodista que otro simplemente por tener una licencitura en ello o algún título equivalente.
-Gustavo Woltmann.
Excelente artículo
Un artículo muy interesante, me llama la atención cuando dice que son periodistas aquellas personas que sin pasar por una Facultad de Periodismo ejercen de manera profesional el periodismo en un medio de comunicación.
Comparto su idea ya que hay grande profesionales en este mundo que no tienen estudios pero son persistentes hasta lograr su objetivo.