Me declaro fan de Jesús Hermida. Durante mi infancia y mi juventud lo vi en la tele, lo escuché en la radio, y siempre me produjo un efecto hipnótico. Sus palabras me atrapaban, su forma de contar las cosas me cautivaba. Seguramente este hechizo fue culpable, en gran parte, de que decidiera dedicarme al periodismo.
Jesús Hermida, que falleció este 4 de mayo de 2015 a los 77 años de edad, fue un periodista innovador, apasionado y diferente, tres grandes cualidades que deberíamos tener todos los periodistas, especialmente en un momento tan crítico de la profesión como el actual.
Ante todo Hermida fue un gran innovador en el periodismo: inventó la televisión de la mañana, las tertulias políticas y culturales, dotó a la televisión de movimiento y engrandeció el formato magazine de la tarde con aquella mesa camilla con Camilo José Cela, Antonio Gala, Lalo Azcona y Amparo Rivelles. El simple hecho de comparar aquella espléndida tertulia con cualquier cosa, porque no merece otra palabra, que se emite en estos momentos por televisión a esa hora debería producir vergüenza a los actuales programadores y espectadores.
Pero no solo innovó en formatos, también en la forma de narrar. Hermida fue un gran storyteller. Seguramente el primer periodista español moderno que empleó en su profesión el storytelling, mucho antes de que yo ni siquiera pudiera sospechar que existía esa técnica.
Hermida contaba las cosas a su manera, con pasión. “Hablar así, contar así, decir así cosas a las gentes es todo mi ser”. Pero no contaba lo que contaba todo el mundo. Buscaba ser diferente, dar una vuelta a la actualidad. Alguna vez he escuchado a Nieves Herrero explicar que uno de los consejos que daba a sus famosas ‘chicas Hermida’ era el de no enfocar las noticias como todo el mundo. Animaba a sus colaboradores a ponerse en un lugar diferente a la hora de informar para tener otra perspectiva de lo que estaba ocurriendo.
Innovación, pasión y diferenciación, tres cualidades necesarias en el periodismo que Jesús Hermida supo llevar a su máxima expresión y convertirlas en su sello personal como gran comunicador. La televisión que hacía Jesús Hermida era didáctica, cultural, sosegada, informativa, entretenida… Era a su manera.
En este breve video de poco más de seis minutos de duración es un ejemplo de todo esto. Seis minutos en los que Hermida se presenta, resume su vida, su visión del mundo, del periodismo y del futuro de la profesión.
El último programa de radio que hizo Jesús Hermida fue en Radio Nacional de España a finales de 2012 y principios de 2013. ‘Sinceramente suyo’ es una auténtica joya de la radio de medianoche. Música e historias.
En la medianoche de domingo al lunes, ‘Sinceramente suyo’ invita a mirarse a los ojos, a los ojos de la radio que, dicen, también los tiene. Y desde la radio: nuestras vidas, nuestras historias, nuestras verdades. Porque tal vez la verdad se sueña. Se sugiere, se propone, escrito en el aire, que quizás también se puede hacer camino al soñar. A esa hora incierta, del crepúsculo, la hora púrpura. Entre azul y buenas noches. Déjame que te cuente, desde la humildad y el respeto, que existe siempre una razón, que siempre hay una próxima estación. Déjame que te cuente, si quieres, una historia. Está la puerta abierta. Porque la radio, al igual que la mente y el corazón, es como un paracaídas: si no se abre, no sirve. Por si esta noche alguien necesita un amigo. Afectuosamente, cordialmente, sinceramente suyo… Jesús Hermida.
Hizo 22 programas, 22 obras maestras que merece la pena escuchar. He recuperado uno, quizás el que más me gustó y con el que descubrí un gran frase de su admirado J.F.Kennedy: “La virtud de las virtudes es tener gracia bajo presión”.
D.E.P. Maestro.
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