No salgo de mi asombro por las críticas a los medios de comunicación por la noticia del falso accidente de avión en Canarias. No entiendo que se acuse a los medios de precipitación por dar una información de una fuente oficial, el 112, y, además, citando dicha fuente desde la primera noticia.
Los hechos se sucedieron en torno a las 16 horas. Todo ocurrió en pocos minutos. Casi simultáneamente, varios teletipos de agencias y avisos de última hora en los principales periódicos digitales informaban de que había caído al mar un avión cerca de Gran Canaria. La fuente, el 112, y, en concreto, este tuit difundido a las 16.01 horas.
Control Canarias confirma caída al mar de avión a 2 millas costa #GRANCANARIA a la altura de Jinámar. Se desocnoce número de pasajeros
— 1-1-2 Canarias (@112canarias) 27 de marzo de 2014
Rápidamente la noticia se hizo viral en Twitter, las televisiones informaron en directo e incluso algunas hicieron el amago de comenzar un programa informativo especial. Pero solo 12 minutos después desde la cuenta de Twitter @controladores, que informa de lo que ocurre en el espacio aéreo español, se avisaba de que la noticia era falsa.
La noticia de que ha caído al mar un avión hace 10′ en Canarias es falsa. Tranquilidad.
— Controladores Aéreos (@controladores) March 27, 2014
Ocho minutos después Aena confirmaba la falsa alarma.
Falsa alarma: no ha desaparecido ningún avión cerca de la costa de Gran Canaria.
— Aena Aeropuertos (@aenaaeropuertos) March 27, 2014
Esta imagen había dado lugar a la confusión
Cuando lo que se veía de cerca realmente era esto (imagen de @javicelard)

A partir de aquí se deshizo el entuerto, se habló de falsa alarma y de un accidente que nunca existió. Y también empezaron algunas críticas a los medios de comunicación por su ‘precipitación’.
¿Pero realmente se precipitaron los medios en dar la noticia? Yo creo que claramente no. De la noticia del falso accidente aéreo en Gran Canaria no informaron las redes sociales, informó un organismo oficial, el 112, y los medios la dieron citanto a esta fuente.
Los periodistas conocemos la importancia de las fuentes, que todas no son iguales, que algunas son más fiables que otras, y la obligación de citarlas.
La idoneidad de las fuentes depende de su eficacia, y esta viene marcada por una serie de características:
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Cuando es regular, y una fuente se convierte en regular desde el momento en que empieza a facilitar buenos datos
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Cuando no crea dificultades de acceso
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Cuando ofrece credibilidad para tener que evitar constantemente comprobar sus datos
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Cuando el trato regular genera confianza mutua
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Cuando tiene autoridad oficial
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Cuando permite ser identificada
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Cuando se expresa bien
Todos estos criterios lo cumple el servicio de emergencias 112: la primera y máxima fuente oficial en emergencias en todos los casos es el 112 hasta que alguien con nombre y apellidos o una institución superior asume esa labor. Ha ocurrido así en casos como el accidente de Spanair en Barajas, los trágicos sucesos del Madrid Arena, etc.
De 1º de Periodismo es que antes de dar una noticia hay que confirmarla. Aquí la información y la «confirmación» procedían de una fuente oficial. Nada que objetar a los medios que la citaron. El error provino de la fuente, del 112, que anunció un accidente sin verlo. Una cosa es activar un protocolo de emergencias y otra informar por las redes sociales sin confirmar.
Además este caso ilustra cómo cualquiera (una persona individual o una institución) se convierte en un medio de comunicación, cómo por sí mismo es un medio de comunicación. Potentísimo. Lo que se difunde (en este caso el 112) en las redes sociales va más allá del primitivo rol de fuente de información y ha pasado a convertirse en información final.
Ahora bien, una pregunta para los periodistas: ¿en casos especiales, como el de un avión accidentado, un servicio de emergencias solo es suficiente como fuente? ¿Qué pensáis? Ya sabéis esa máxima del periodismo que dice: «Si tu madre dice que te quiere, compruébalo».
Sólo una cosa más: me sorprende que pasaran cuatro horas hasta que el 112 explicara lo ocurrido y, sobre todo, que en ningún momento pidiera disculpas por el error.
Madre mía, tengo mil ideas que expresar. Muchas serán equivocadas, intuyo que la mayoría, pero bueno, para eso estamos, para compartir.
Lo primero es que me sorprende, como calificas al inicio del texto, que haya un género en si mismo con las noticias que al final no lo son. Es decir, de un “falso accidente” montamos páginas en los periódicos y minutos de radio, etc.
Pero centrando el tema, y respondiendo, insisto, con mi punto de vista, a algunas de las cuestiones que lanzas por el texto, la primera: “¿Pero realmente se precipitaron los medios en dar la noticia?”
¿En serio que no se podía haber esperado 11 minutos?, ¿nadie llamó a los Controladores, Fomento, etc? Una fuente dice que ha pasado una cosa, ¿y se da? A ver, coincido contigo en el asunto de las fuentes, la fiabilidad, etc, pero a mi juicio sí fue precipitado porque había fuentes alternativas que quizás se debieron haber consultado, y no se hizo. O si se hizo, el resultado no fue el correcto. No obstante, otra tema a parte, con el que he discutido con otros compañeros de Agencias, es el hecho de responsabilizarse de la fuente. Es decir, ayer muchos echaron balones fuera una vez que se produjo el marrón y dijeron “culpa de la fuente”. En este caso no estoy de acuerdo. Si mi fuente la “caga”, la “cago” yo, nunca se me ocurriría escurrir el bulto como más de uno hizo ayer.
Por todo eso, como planteas en las preguntas finales, a mí no me parece fuente suficiente un servicio de emergencias para una cuestión así. Además, y entiendo la problemática de que no se puede dar una “nota” confusa en la que se utiliza los condicionales “supuestamente”, “al parecer”, pero en casos así habría que tener por lo menos varias fuentes. Y OJO, no me valen fuentes de fuentes, como a veces pasa. Es decir, no me vale que te lo confirme el gobierno insular si su fuente es la misma que la tuya, que a veces pasa.
Como te decía al principio, me surgen mil y una dudas sobre el tema a nivel periodístico. Sobre la velocidad en la publicación, como hablamos, las fuentes, las citas, etc. Porque sobre esto último, me resultó curioso como no se cita a las Agencias para atribuirse las cosas, pero cuando todo empezó a ser un marrón, muchos medios digitales empezaron con el “según EP”, o “según EFE”. Por eso creo que lo de ayer, aunque a modo de anécdota, sirve para hacer un balance de cómo se está desangrando el periodismo a través de los medios.
No hablo de Agencias, ni mucho menos porque no sacan nada en ello informativamente, pero como ayer discutía con una compañera tuya de EP, creo que tras la muerte de Suárez hay un vacío informativo, y nada mejor que un avión en el agua para llenarlo. Suena duro, surrealista, pero sinceramente creo que es así. Generar información cuando no la hay.
Otro debate, y serían cien más, tiene que ver con las herramientas de comunicación. ¿Es lo mismo Twitter que una Nota de Prensa?, ¿están correctamente administrados los perfiles sociales para poder configurarse como fuentes oficiales? Si lo son, lo son, y si no lo son, no lo son, pero con medias tintas hay un problema.
En fin, creo que estamos en un periodo de reconfiguración donde algunos medios no están sabiendo qué papel jugar, donde las herramientas comunicativas no están delimitadas, y donde los periodistas viven con una soga al cuello. Lo único que puedo confirmar, por lo que pulsé ayer por la tarde, es que los ciudadanos, consumidores al final, ahora mismo tienen entre ceja y ceja a los medios. Caen o caemos mal, y lo peor es que muchos se lo están poniendo fácil.
Un saludo y perdón por la parrafada !!
Muchas gracias por tu comentario, Raúl.
Lo que creo que ha pasado aquí es simplemente que la persona que lleva la cuenta de Twitter del 112 Canarias se precipitó al difundir publicamente una información tan sensible. No es lo mismo activar internamente un protocolo de emergencia que difundir públicamente en una red social un accidente de avión. Los medios recogimos rápidamente la información porque era una fuente fiable.
Hablas de que se podía haber confirmado por otras fuentes o esperar. Creo que la confirmación no depende del tiempo sino de la autoridad de la fuente. Y aquí era total.
Que los medios comentan errores por fiarse de cualquiera sería reprochable; que difundan una información de un suceso con los datos una fuente de emergencias oficial (citando a la fuente) es el método habitual.
Pero estoy totalmente de acuerdo contigo en que estamos en un momento de cambios, de replantear quizá algunas rutinas periodísticas, tanto medios de comunicación como los periodistas de instituciones, organismos y empresas.
Un saludo
Madre mía, tengo mil ideas que expresar. Muchas serán equivocadas, intuyo que la mayoría, pero bueno, para eso estamos, para compartir.
Lo primero es que me sorprende, como calificas al inicio del texto, que haya un género en si mismo con las noticias que al final no lo son. Es decir, de un “falso accidente” montamos páginas en los periódicos y minutos de radio, etc.
Pero centrando el tema, y respondiendo, insisto, con mi punto de vista, a algunas de las cuestiones que lanzas por el texto, la primera: “¿Pero realmente se precipitaron los medios en dar la noticia?”
¿En serio que no se podía haber esperado 11 minutos?, ¿nadie llamó a los Controladores, Fomento, etc? Una fuente dice que ha pasado una cosa, ¿y se da? A ver, coincido contigo en el asunto de las fuentes, la fiabilidad, etc, pero a mi juicio sí fue precipitado porque había fuentes alternativas que quizás se debieron haber consultado, y no se hizo. O si se hizo, el resultado no fue el correcto. No obstante, otra tema a parte, con el que he discutido con otros compañeros de Agencias, es el hecho de responsabilizarse de la fuente. Es decir, ayer muchos echaron balones fuera una vez que se produjo el marrón y dijeron “culpa de la fuente”. En este caso no estoy de acuerdo. Si mi fuente la “caga”, la “cago” yo, nunca se me ocurriría escurrir el bulto como más de uno hizo ayer.
Por todo eso, como planteas en las preguntas finales, a mí no me parece fuente suficiente un servicio de emergencias para una cuestión así. Además, y entiendo la problemática de que no se puede dar una “nota” confusa en la que se utiliza los condicionales “supuestamente”, “al parecer”, pero en casos así habría que tener por lo menos varias fuentes. Y OJO, no me valen fuentes de fuentes, como a veces pasa. Es decir, no me vale que te lo confirme el gobierno insular si su fuente es la misma que la tuya, que a veces pasa.
Como te decía al principio, me surgen mil y una dudas sobre el tema a nivel periodístico. Sobre la velocidad en la publicación, como hablamos, las fuentes, las citas, etc. Porque sobre esto último, me resultó curioso como no se cita a las Agencias para atribuirse las cosas, pero cuando todo empezó a ser un marrón, muchos medios digitales empezaron con el “según EP”, o “según EFE”. Por eso creo que lo de ayer, aunque a modo de anécdota, sirve para hacer un balance de cómo se está desangrando el periodismo a través de los medios.
No hablo de Agencias, ni mucho menos porque no sacan nada en ello informativamente, pero como ayer discutía con una compañera tuya de EP, creo que tras la muerte de Suárez hay un vacío informativo, y nada mejor que un avión en el agua para llenarlo. Suena duro, surrealista, pero sinceramente creo que es así. Generar información cuando no la hay.
Otro debate, y serían cien más, tiene que ver con las herramientas de comunicación. ¿Es lo mismo Twitter que una Nota de Prensa?, ¿están correctamente administrados los perfiles sociales para poder configurarse como fuentes oficiales? Si lo son, lo son, y si no lo son, no lo son, pero con medias tintas hay un problema.
En fin, creo que estamos en un periodo de reconfiguración donde algunos medios no están sabiendo qué papel jugar, donde las herramientas comunicativas no están delimitadas, y donde los periodistas viven con una soga al cuello. Lo único que puedo confirmar, por lo que pulsé ayer por la tarde, es que los ciudadanos, consumidores al final, ahora mismo tienen entre ceja y ceja a los medios. Caen o caemos mal, y lo peor es que muchos se lo están poniendo fácil.
Un saludo y perdón por la parrafada !!
Muchas gracias por tu comentario, Raúl.
Lo que creo que ha pasado aquí es simplemente que la persona que lleva la cuenta de Twitter del 112 Canarias se precipitó al difundir publicamente una información tan sensible. No es lo mismo activar internamente un protocolo de emergencia que difundir públicamente en una red social un accidente de avión. Los medios recogimos rápidamente la información porque era una fuente fiable.
Hablas de que se podía haber confirmado por otras fuentes o esperar. Creo que la confirmación no depende del tiempo sino de la autoridad de la fuente. Y aquí era total.
Que los medios comentan errores por fiarse de cualquiera sería reprochable; que difundan una información de un suceso con los datos una fuente de emergencias oficial (citando a la fuente) es el método habitual.
Pero estoy totalmente de acuerdo contigo en que estamos en un momento de cambios, de replantear quizá algunas rutinas periodísticas, tanto medios de comunicación como los periodistas de instituciones, organismos y empresas.
Un saludo