Desde el inicio de la prensa moderna, la noticia ha sido el género emblemático del periodismo: sin noticias no hay periodismo. El desarrollo de los medios de comunicación en Internet y de las redes sociales ha venido a revitalizar este género. Y si tradicionalmente algún medio ha sabido algo de noticias ha sido aquel que tiene la palabra en su propio nombre: las agencias.
En la red, los medios pueden competir en inmediatez con la televisión, la radio e, incluso, con las agencias de noticias. Esa urgencia en la publicación ha provocado que los medios online hayan revitalizado técnicas redaccionales propias de las agencias de noticias. Y estas han ido viendo cómo poco a poco, día a día, se desdibuja su rol histórico en dos aspectos fundamentales: el monopolio de la información y la rapidez informativa.
En primer lugar las agencias han dejado de ser el canal exclusivo de transmisión de noticias al por mayor. Esto ya lo puede hacer hoy en Internet, y con las redes sociales, cualquier empresa, institución o persona individual.
Además, las agencias han perdido su función tradicional de informar primero de lo que ocurre. En muchas ocasiones Twitter alerta de algunos hechos, historias y da pistas que luego se convierten en noticias para una agencia. De hecho, según un estudio de las universidades de Edimburgo y Glasgow, Twitter actúa más rápido que las agencias de información a la hora de dar noticias en casos de desastres naturales, revueltas ciudadanas y deportes.
La vorágine de la inmediatez
Pero la pérdida de la primacía en cuanto a la rapidez en la transmisión de noticias no se debe exclusivamente a Twitter. Si hasta hace relativamente poco la radio era el único medio que podía competir con las agencia en rapidez, con internet los periódicos, radios y televisiones (tradicionalmente los principales clientes de las agencias) se han lanzado también a la vorágine de la inmediatez.
Alertas, urgentes, avisos, última hora, crónicas en directo y otros formatos que hasta hace relativamente poco eran instrumentos casi exclusivos de las agencias de noticias son utilizadas ahora por el resto de medios para competir en dar antes que nadie la última novedad, en una carrera alocada, no exenta de riesgos: el absurdo de fiarlo todo a ser medio minuto más rápido, aunque sea sin contrastar.
Ante esta situación, las agencias de noticias han ido adaptándose a los nuevos tiempos: primero apostaron por las alertas, después por la información multimedia, luego por explorar el modelo comercial y publicitario y ahora por tener presencia propia en Internet.
Competidores de los medios en Internet
Lentamente las agencias de todo el mundo están ampliando su función: además de ser empresas proveedoras de noticias también se están convirtiendo poco a poco en medios globales de comunicación. Es decir, se han lanzado a competir porque necesitan compensar la reducción de ingresos por la bajada de tarifas que han tenido que aplicar a los medios y por la menor inyección que reciben de las administraciones públicas.
Esta es una tendencia no exenta de riesgos y que se presta a un intenso debate: ¿el futuro de las agencias de noticias es el de proveedores de contenidos o el de competidores de los periódicos online? O dicho de otra forma: ¿es factible que una agencia compatibilice su presencia abierta en redes sociales e Internet compitiendo por publicidad con sus clientes (medios de comunicación) mientras les vende a estos los teletipos?
La fiabilidad, la rapidez, la información sin aditivos, el rigor y la utilidad a sus clientes son los sellos de identidad que deben mantener las agencias. Pero junto a estos activos fundamentales deben apostar por buscar otros nichos (análisis, información a la carta, actividades de eventos, etc.) Eso sí, «respetando lo más importante, la noticia”.
Las agencias del siglo XXI
Un estudio presentado hace unos meses destacaba que las agencias de noticias del siglo XXI tienen cada vez menos diferencias con los periódicos ‘online’.
Si los periódicos y los medios nativos en internet se han hecho agencias, a las agencias no les queda más remedio que hacerse periódicos. Es una tendencia imparable, con muchas aristas, no exenta de riesgos, pero también de grandes oportunidades.
Las tradicionales agencias de noticias tienen futuro, un futuro brillante que girará alrededor de su capacidad para crear marca entre los usuarios finales y en el mantenimiento de un servicio útil, fiable y variado, casi a la carta, adaptado a las necesidades de sus clientes.
Eso sí, estamos en periodo de reconversión, toca adaptarse a los nuevos tiempos y tener una premisa clara: el futuro de las agencias, como el del resto de medios en general, está en Internet y en los smartphones. No hay duda. Pero aquí no hay problema para las agencias: históricamente se han adaptado a cada nueva tecnología, han ido saltando de soporte en soporte (papel, radio, televisión, Internet…) y lo seguirán haciendo.
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