Los periodistas somos unos adictos a la información y tendemos a pensar que la gente consume noticias de forma compulsiva. Muchas veces caemos en el error de pensar las noticias caducan a los pocos minutos de difundirse, que mueren pronto, porque estamos inmersos en una rueda de actualización constante de nuestros medios.
Pero ese no es el consumo que la gente de la calle hace de las informaciones. La gente no consume información en tiempo real, no entra en las webs de los medios cada cinco minutos a ver las novedades.